Desde el enfoque del Plan Nacional de Desarrollo Colombia Potencia Mundial de La Vida, El Fondo Adaptación, entidad a cargo de gestionar proyectos integrales de adaptación y revitalización de los ecosistemas que son eje estructural del Ordenamiento Territorial Alrededor del Agua, OTAA, convocó una jornada especial de activación de un “Proyecto de Desarrollo Socio Económico” en La Mojana.
Con el agua como hilo conductor, que no sólo define su geografía sino también su vida y su cultura, la premisa fue clara: llegar a cada rincón de esa ecorregión con un proceso que, más que datos, captara el espíritu y los sueños de sus habitantes. Así, en septiembre de 2024, más de 560 líderes comunitarios dieron vida a la primera fase del proyecto exploración vibrante, donde la caracterización socioeconómica y la cartografía social se convirtieron en herramientas para revelar las raíces de los pueblos mojaneros. Bajo la guía del equipo social de la Subgerencia de Regiones del Fondo Adaptación, realizó un esfuerzo colectivo que, al final de cada día, dejó algo claro: aquí todos son parte del cambio.

Las comunidades de La Mojana respondieron al llamado con entusiasmo. Era la oportunidad de expresar sus ideas y preocupaciones en espacios de diálogo, proponiendo soluciones integrales frente al cambio climático. Aquí la cartografía social tomó un nuevo sentido: cada línea dibujada, cada espacio sombreado en esos mapas comunitarios, representaba un pedacito de la vida, los retos y la esperanza de cada familia.
“El Fondo, a través de herramientas metodológicas como la cartografía social y la caracterización socio económica está adelantando la primera fase del proyecto de recuperación económica” Jeniffer Muñoz Chux, Equipo social de Subgerencia de Regiones.
La comunidad unida para adaptarse al cambio climático
Por cada municipio, cada encuentro, las historias comenzaron a fluir. La Subgerencia de Regiones del Fondo Adaptación recopiló con cuidado las experiencias de la gente, capturando un panorama social, económico y humano, que permitirá la implementación de estrategias de adaptación basadas en la naturaleza, como la reactivación económica y la rehabilitación ecológica.
La jornada, realizada entre el 11 de septiembre y el 7 de octubre, sumó más de 54 encuentros entre zonas rurales y urbanas. En total, participaron 1,529 asistentes y se trabajó junto a 561 asociaciones, repartidas en los municipios de Achí, Ayapel, Caimito, y otros. En cada uno, las experiencias fueron únicas, pero un hilo común los unía: la esperanza de un cambio real.


Las historias lo confirman: La Mojana, un lugar donde el río habla y la tierra respira, se ha convertido en un símbolo de resiliencia. Aquí, cada mapa social se volvió una declaración de amor al territorio, un llamado a vivir en armonía con su naturaleza.
"Estos espacios de creación de ideas y escucha nos permite analizar cuáles son las mayores dificultades relacionadas con el desarrollo de sus actividades productivas agropecuarias con el fin de evaluar las condiciones para contribuir al mejoramiento y reducción de estas condiciones.", en entrevista al Fondo Adaptación del Periódico El Meridiano, de Sucre.
El objetivo se cumplió y el proceso de cartografía social permitió crear vínculos de colaboración y armonización de vida de los mojaneros, así como apoyar la comprensión del territorio para favorecer el ordenamiento territorial y adaptar los usos del suelo al cambio climático, respetando el arraigo cultural y social de las comunidades.


Dibujando el alma de la Mojana con las comunidades
Con la intención de dibujar el corazón de la Mojana, el Fondo Adaptación inició esta estrategia de Gestión Social integra saberes comunitarios de la región, conocimiento técnico y una verificación y análisis contrastado de fuentes populares e institucionales. Cada jornada empezó con una presentación de los objetivos y metodologías del proyecto, seguidas de una sesión de trabajo grupal.
El recorrido de caracterización social comenzó en el mes de septiembre en el municipio de Guaranda, Sucre, con la identificación de las actividades económicas desarrolladas por las asociaciones locales, donde se realizó un estudio sobre la composición de estas asociaciones, sus actividades socioeconómicas y el nivel de formalización de sus estructuras.
El trabajo en Achí, estuvo orientado a impulsar el emprendimiento de los campesinos de Achí, es decir, lograr que se conviertan en empresarios del campo a través del trabajo comunitario que permita asegurar una producción sostenible y resiliente que garantice alimentos para todos y fortalezca la seguridad alimentaria en La Mojana.
“Agradecemos la vista del Fondo Adaptación. Para nosotros es super espectacular tener la presencia de ustedes porque estamos esperanzados que nuestra economía se reactivará” expresa uno de los participantes, con la esperanza de pensar y generar modos de vida adaptados a la naturaleza y económicamente factibles.
Magangue, fue un destino articulador. En un ambiente de gobernanza participativa, la Subgerencia de Regiones del Fondo Adaptación y el secretario de Planeación de Magangué, Bolívar, trazaron la hoja de ruta para continuar con las jornadas de caracterización socioeconómica.
Con el corazón pensante puesto en cada encuentro, el proceso se replicó en los 3 municipios del departamento de Bolívar y a su vez se repitió en los 9 municipios restantes, que conforman la ecorregión de La Mojana: Nechí, San Jacinto del Cauca, Ayapel, Sucre (Sucre), San Marcos, Majagual, Achí, Caimito y San Benito.
A lo largo de los 11 municipios, las asociaciones locales, en su mayoría lideradas por mujeres, son las que marcan el pulso de estos proyectos. En San Benito Abad, Sucre, y otros puntos, mujeres capacitadas por el Fondo, el PNUD y el Ministerio de Agricultura, están empoderando a sus comunidades, reconstruyendo puentes de confianza con el Estado.
En cada línea trazada en esos mapas y en cada palabra compartida, La Mojana empieza a ver su propio reflejo. Aquí, cada hectárea tiene una historia y cada río un canto, porque en esta tierra, el agua es más que vida: es identidad.
El recorrido continuo con la motivación lograda a través de los resultados obtenidos en estos primeros diálogos y el compromiso de conocer el trabajo productivo y asociativo de las comunidades, preservando los saberes locales y ancestrales, esenciales para construir soluciones sostenibles.
Después de 12 días recorriendo La Mojana, en los departamentos de Bolívar y Sucre, el equipo llegó al municipio de Ayapel, Córdoba, para trabajar de la mano de campesinos y fortalecer sus capacidades productivas. En este municipio el equipo de Gestión Social y Reactivación Económica logró caracterizar 13 asociaciones productivas locales, 69 fichas de caracterización de un total de 79, con lo cual alcanzó un 88% del objetivo, con talleres de cartografía social con 180 líderes comunitarios.
De esta primera fase de la investigación participativa, el mapa social reflejó las relaciones sociales y culturales del territorio en la Mojana, dibujados en interacciones y diálogos entre pobladores y sus comunidades, donde se identificaron patrones y tendencias clave que permitirán al Fondo diseñar estrategias de adaptación centradas en las personas y su entorno natural alrededor del agua.


Lecciones aprendidas y principales impactos
El proceso es una experiencia de intercambio de conocimientos y nuevos aprendizajes comunes y diferenciadas que inspiran a los pobladores a explorar opciones sostenibles, identificar temas como proyectos de energía renovables, que inspiran a los pobladores a explorar opciones sostenibles, identificar áreas de riesgo y estrategias para mitigar los efectos de los fenómenos climáticos en la agricultura local. áreas de riesgo y estrategias para mitigar los efectos de los fenómenos climáticos en la agricultura local. Así mismo surgen iniciativas como la creación de programas de educación ambiental para niños y jóvenes, que fomentan la conciencia y la acción climática, la gestión de recursos naturales y estrategias para proteger la biodiversidad local, entre muchas otras experiencias que El Fondo Adaptación registra cuidadosamente en la cartografía que se va construyendo participativamente.
Impactos destacados como lograr reforzar los alcances de la interacción social en el territorio y sus beneficios, la mejora en la planificación y gestión de recursos, el fortalecimiento de la participación comunitaria, la identificación de áreas de vulnerabilidad, la identificación y cuidados de la diversidad cultural y social de la ecorregión; le quedan al equipo de profesionales y las comunidades
Durante los encuentros se logró juntar con éxito a representantes legales de las asociaciones, presidentes de las Juntas de Acción Comunal, alcaldías, consejos comunitarios afrocolombianos, líderes indígenas, con una razón social y NIT específico que les permita postularse para desarrollar actividades productivas de la mano del Estado y con aplicación de sus saberes originales.
El potencial de mejora en el desarrollo de cultivos como el arroz, maíz, la pesca, la siembra de patilla es relevante de la caracterización socio económica, así como la identificación de necesidades comunes a los 11 municipios que afectan las actividades productivas, como el estado de las vías terrestres y fluviales, que dificultan la comercialización, la falta de tecnificación del campo y la falta de tierras.
En estas jornadas de participación en cada municipio, el Fondo Adaptación valida las acciones de adaptación requeridas y deja lecciones aprendidas, conocimientos y hallazgos muy valiosos, que el equipo social de la Subgerencia de Regiones analiza y contrasta para presentar los resultados de cada taller y fortalecer las estrategias integrales de adaptación al cambio climático. A través de estrategias de investigación, acción, participación y sistematización, forjamos los pilares para la investigación, la acción climática en el territorio, la participación de todos los actores y la sistematización de la información.
Desde el Fondo Adaptación se respalda la visión de los campesinos como “el corazón de la economía popular” según la visión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, fortaleciendo las capacidades rurales para afrontar los desafíos del futuro y asegurar su desarrollo sostenible.
Oficina de Comunicaciones Fondo Adaptación
Contacto:
Henny Porras (Comunicadora Social y Periodista)
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